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"Estrés en colonias de la abeja melífera se cita a menudo como la causa de muchos problemas, especialmente aquellas relacionadas con otras enfermedades o situaciones del inproductividad."
Esta cita es tomadas de un artículo de la Asociación de los Apicultores de Nueva Jersey , escrita por el Dr. Michael Burgett, de la Universidad del estado de Oregon (1983). Creo que la influencia de varias clases de estrés en una colonia, es a menudo ignorada, él dijo, y sugiera que los apicultores la reduzcan a un mínimo en su manejo.
Las siguientes observaciones se parafrasean del artículo del Dr. Burgett: La estrés no causa una enfermedad en particular, sino que debilita a una colonia de modo que la enfermedad pudiera conseguir un asidero. Una colonia de abeja debe ser considerada como " una caja negra, " en qué la energía (polen, néctar, agua) fluye y es convertida en productos (miel, cera de abejas, cría, abejas). Cualquier cosa que reduzca el flujo de esta energía en la caja, se llama estrés.
El apicultor está interesado en remover tanta energía del sistema, (miel, cera o polinización en la forma de energía de la abeja obrera) como sea posible. Paradójicamente, por esta razón, el apicultor llega a ser un componente de estrés en una colonia.
El clima es quizás la fuente potencial más grande de estrés de la colonia. Las condiciones inclementes reducen o paran en conjunto el flujo del néctar y del polen en una colonia. En la primavera y el comienzo del verano, la cría está consumiendo grandes cantidades de energía (alimento). Un repentino cerrado del forraje ( condiciones lluviosas, confinamiento del apicultor para moverse), si es prolongado, causa estrés. La solución de las abejas es parar la producción de cría, reduciendo la inversión de energia y el crecimiento de la colonia. El buen manejo proporciona el alimento durante este período de estrés.
El abastecimiento de agua es crítico. Durante períodos secos, se reqiere más energía para buscar el agua (largas distancias, más viajes). Las abejas requieren el agua para producir la jalea y diluir la miel. Los panales pueden también derretirse en clima extremadamente caliente, a pesar de los esfuerzos de los adultos por ventilarlos, si el agua no está disponible. En el clima frío, la humedad debe ser ventilada o esta puede causar la tensión en el grupo que está procurando mantener a la cría caliente.
La fluctuación de la temperatura también puede causar estrés. La temperatura del nido de la cría necesita ser de (93-95 grados F.) y mantenerse para su normal desarrollo. Cualquier interferencia en el control de la temperatura (colonias situadas en lugares fríos o en condiciones húmedas) requiere más energía (más trabajo de la abeja, para abastecerse de polen y néctar) para ser concentrada en la producción del calor. La cría enfriada, es un excelente ejemplo de estrés en una colonia. Demasiadas crías para la población disponible para cubrirlos resultados en individuos fuera del nido de las crias, los dejan morir. Se requiere más energía para producir individuos de reemplazo y la energía también es requerida para quitar las larvas o pupas muertas.
Cualquier fenómeno que interfiere con eficiencia interna se denomina estrés. Algunos de los factores más importantes son: el número de abejas adultas, la relación de abejas adultas para la cría y el promedio de huevos que pone la reina. Todos éstos intervienen en la determinación de la energía necesaria para el funcionamiento de la colonia.
Debido a que las larvas se aprovisionan de alimentos (un poco cada vez que es necesario), debe haber una población de abejas jóvenes en proporción a las larvas que requieren alimentarse. El porcentaje de postura de huevos de la abeja reina es regulado para permitir que este cociente cambie constantemente en la colonia. Otros adultos tambien tienen que estar disponibles para proveer de néctar y polen requerido (que generalmente no hacen forraje) para alimentar a las larvas. Dos condiciones que pueden cambiar radicalmente el equilibrio en una población son la salida en enjambre y el envenenamiento por pesticidas.
Las condiciones causadas por los apicultores incluyen hacer una fractura o sacudir un paquete para hacerlo aumentar. La mejor regla general para evitar estrés es mantener siempre a una colonia fuerte de abejas, concluye a Dr. Burgett. Las colmenas fuertes se traducen en " cajas negras " capaces de dirigir mejor la fluctuación ambiental. Ellas también pueden cambiar mas rapidamente los cocientes de las abejas para una eficiente operación de la colonia.
Todo esto no es para hacer cosas más complejas y menos entendible. Más bien es para para interceder por una observación más concisa y pensar más aclaramente cuando desarrollamos concluciones y/o contemplamos soluciones que declinan en la productividad de la colonia. El apicultor exitoso es aquel que conoce cuando dejar a las abejas solas, y ademas las ayuda activamente durante los periodos de mayor estrés para lograr su máxima productividad ( produción de energia).
La reducción de estrés también ayuda a la abeja a emplear sus mecanismos naturales de la defensa.